Mi hija tuvo miedo de mí, y yo que era
el que la amenazaba y ofendía,
sentí al miedo existir.
Debo decirles que yo era injusto:
mi pequeña, mi amor, el ser humano
que se sube a mis brazos y ríe sobre mi corazón,
no había hecho ninguna cosa mala.
No ha sido a causa de mi amor
por lo que sentí el miedo de mi hija,
sino porque aquel miedo estaba en mí
como la luz o el movimiento de la tierra.
Antonio Gamoneda, Blues Castellano, 1961-1966
domingo, 23 de agosto de 2009
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