lunes, 24 de agosto de 2009

Mi caballo es oscuro

Voy, ángel de mi tiempo, a más de cientro treinta,
camino a un monasterio o a un lugar en la tierra.
para ir hacia la muerte, derecho y detonante,
mi caballo es ocuro como buque de guerra.


Su gris es más hermoso cuando viene tormenta.
De vuelta de nadar, más oscuro que el cielo
lo he visto entre los pastos, con resplandor de espada,
lavado por la luz o por mil marineros.

Si muriera esta tarde en la mitad del campo,
si hubiera que venderlo, me dolería el alma.
Yo, en cambio, si muriera, recibiría todo
lo mejor de esta tierra, oraciones y lágrimas.

Como hombre de mi tiempo yo le canto a esta máquina.
De vuelta de nadar, ya encima la tormenta,
la he visto en lo más alto de mis días felices.
Tiene ese gris oscuro de los buques de guerra.

Héctor Viel Temperley, El Nadador, 1967

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