domingo, 23 de agosto de 2009

Victoria-Tigre

Plutarco le hizo decir a un tal Lamprias:
“La luna es el hígado melancólico del mundo”.
Te dije esa frase una noche viajando en tren
de Victoria a Tigre.

Ibas callada.
Las manos sobre las rodillas.
El pelo recogido.
Te hablé de Plinio el Viejo.
Que de dónde sacaba esas cosas
preguntaste de Tigre a Victoria.

Hablabas.
Tu mano sobre mi rodilla
el cabello suelto.
Teníamos diecinueve años.

¿Qué será de Plutarco
de Lamprias
de Plinio?
Que habrá que hacer con la presbicia
que mirando de cerca esos nombres
aparece el tuyo

borroso.
Mi mano sobre el libro.
Sin un pelo en la cabeza.

Alberto Muñoz, Trenes, 2004.

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