lunes, 24 de agosto de 2009

Polvareda de Joyas

-Le dije a Aparición que la poesía podía ser una canalla,
y ella me contestó:
-Soy alazana como una avispa de mar,
de monte, o de tus rodeos criollos.
Soy tu caballo.
El poeta es el balsero que cruza a veces a los hombres
desde la ribera de la muerte a la ribera
de la vida.
El amor y la muerte tienen la bravura natal de la poesía,
y te esperan en un áspero y delicado espartillar
del espacio de arena y agua del Campo
Real, donde se peinan las doncellas de la canción solar.


Mi orfandad trasparente danza en el fuego natal del infinito.
Desaparezco con un sombrero de espuma sangrante,
llamada por las hadas marinas,
pero vuelvo navegando en transportes de corales.

Soy una mujer con olor a polvareda de joyas de las hadas
ardientes y concretas de la vida y de la muerte.

Te miro, y con los ojos rasgados de topacio trataré
de aclararte que yo soy la poesía:
una Fiesta,
y a pesar de todos los extirpadores soy la tradición
de todos los colores.

a Hugo Gola

Francisco Madariaga.

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